domingo, 10 de diciembre de 2017

TUBO DE RAYOS X

El tubo de rayos X es el lugar en donde se genera los rayos X, en base a un procedimiento mediante el cual se aceleran unos electrones, en primer lugar, para después ser frenados bruscamente. De esta forma se obtiene los fotones que constituyen la radiación ionizante utilizada en radiodiagnóstico. Para ello, dicho tubo consta de:
Un filamento metálico (cátodo) que, al ponerse incandescente, producto del calor, produce una nube de electrones a su alrededor (efecto termoiónico). Estos electrones son acelerados mediante elevada diferencia de potencial (kv), y  se les lleva a chocar contra el ánodo, en donde son frenados liberando su energía cinética como fotones que constituyen los rayos X utilizados en clínica.
Elementos básicos que constituyen el tubo: la copa de enfoque conteniendo el filamento, situado en el interior del cátodo, enfrentado del ánodo. En el centro de esta estructura tenemos el blanco de wolframio sobre el cual inciden los electrones.
Todos los elementos están contenidos en una carcasa de vidrio al vacío para facilitar el desplazamiento de los electrones sea lo más rectilíneo posible. El haz útil de rayos de rayos X sale en la dirección mostrada, donde el espesor del vidrio es menos que en el resto, es la denominada ventana de rayos X. rodeando esta estructura se encuentra una carcasa de plomo y acero. Entre ella y el tubo es necesaria la existencia de un sistema de refrigeración, con el fin de disipar el calor que se produce al chocar los electrones contra el ánodo, de la energía empleada en la producción de rayos  X el 99% se convertirá e calor y solo el 1% en rayos X.








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